jueves, 29 de septiembre de 2016

Pensamientos sin descafeinar

Hoy desperté con una grata noticia, se celebra el Día Internacional del Café. Dando sorbos a mi taza llena, dedico este post a todos los amantes del café. Porque sin duda, es una aliado importante en nuestro día a día, nos reúne en torno a la mesa dando pie a las conversaciones más variadas y nutridas. Es la excusa ideal para un reencuentro con amigos, infinitas ideas nacen tras su consumo y convivimos con ellas, sin saberlo. Mucho se ha hablado de sus beneficios y desventajas. Sin embargo, su papel en nuestra cultura y cotidianeidad permanece intacto. ¿Cuántos de nuestros recuerdos están marcados con su aroma o sus diversas presentaciones?

En mi caso, es un aliado irrefutable de mi proceso creativo. Despierta al ingenio de su letargo y lo hace danzar entre hojas y tinta. En consecuencia, al leer la reseña que hicieron de mi trabajo poético en Liberarte, revista de Arte y Libertad, sentí que comprendieron el sentido de mis letras. Los invito a apoyar el talento emergente y las iniciativas que promueven la cultura a lo largo y ancho de nuestro país, porque cuando crecen los espacios de cultura y arte; crecemos todos. Hace poco salió la 5ta edición de la revista y su contenido es altamente recomendable.
La mente inquieta es la rendija de la creatividad

La cafeína se lleva incluso en el pensamiento, en los hábitos, en la mente despierta y la proactividad como regla. El arte es la cafeína de la sociedad, que nos hace mirar la parte sensible que muchas veces olvidamos entre el ajetreo, la rutina y el contacto con la tecnología. El arte puede concebirse como algo abstracto y ajeno, pero como reflejo en mis poemas; realmente, viene del fondo de nosotros. Sazona nuestra realidad, quitándole lo insípido. Hay que tratarlo como un enamorado, no nos acercamos porque le entendemos. Lo entendemos, porque nos acercamos.
Pierdan las reservas con el arte. Aunque muerda, aunque arañe la frivolidad y carcoma los miedos; porque somos obras en movimiento y las ciudades son museos interactivos. Deseo para ustedes, una jornada con aroma a café y mucha poesía.

Taza vacía

Fondo blanco,
tres ideas
dura el café;
le extraje el poema,
la compañía y los recuerdos que emigran.

Entre sorbos,
demuelo la rutina,
la cafeína deja rutas
de canela y vainilla
con aromas
entre páginas amarillas.


Nos leemos por acá y por Instagram: @VirginiaCulpa. Será un gustazo conversar con ustedes e intercambiar ideas.

jueves, 8 de septiembre de 2016

El negativo de la sociedad

Vivimos a la merced de situaciones o emociones que saltan nuestras reservas. Son circunstancias que nos desequilibran y superan. En ocasiones, las hallamos como personas, instantes o palabras. Precisamente, me sucedió con esta frase de Carlos Cruz Diez: "El arte no es egoísta, el arte es para compartirlo".
Traigo acotación el pensamiento, porque concibo al artista como el negativo de la sociedad y el tiempo en que vive. En lo personal, considero que conlleva un valor in crescendo. Su manera de sentir y entender su derredor germinará en el futuro. Porque para entender los cambios que suceden en la humanidad, no basta con los libros de historia. Remitirnos a la visión del artista, es entrar en contacto con la médula del sentir, Estar al ras con las emociones de un sinnúmero de personas, desconocidas, de a pie; como nosotros.
El arte detiene incluso a los ojos inexpertos. Deja en vilo a la rutina, corta de raíz a la indiferencia. Observar puede ser un auténtico talento. Qué es el arte, en palabras simples, es hallar belleza y exponerla. Dejar que otros la contemplen, sacarla al sol, a quién quiera verla.
El entender le sigue al observar. Entonces, se reduce a una cuestión de voluntad.
Acá les dejo, lo que germina en mí.

Bonsáis

Pasarán entre almas
estos versos alados,
que se fugan,
que emigran
de una realidad a otra.

Echarán raíces
en tu historia,
en tus desvelos
y cicatrices.

Serán perlas
del pensamiento, bonsáis
de recuerdos, crecerán
al ritmo de tus días.

Bonsáis:
arte genuino,
vivo, que permanecerá
durante décadas.

Ni tuyo,
ni mío;
sino de cuanta alma
los acoja por casa.

Descubre más en mi Instagram: @VirginiaCulpa 
Dedicado al amante de bonsáis, que me enseñó su belleza particular.