Hay pequeños sucesos que van definiéndonos milímetro a milímetro. Recientemente, me dijeron algo que tomé muy personal: "la creatividad es signo de esperanza". Sentí tal trasfondo y profundidad en ello, que quiero hacerlo mi firma. Era necesario dedicarle un post al proceso de desmenuzar sus implicaciones.

¿Han escuchado que las mujeres podemos recordar con pasmosa facilidad lo que nos dicen? Alrededor de seis meses atrás, un amigo me mostró la hondura de su humildad al decir que "comparte todo cuanto sabe". Estoy convencida que pensamientos y actitudes similares son parteaguas en una sociedad que nos provoca e induce un ensimismamiento constante. Si la creatividad es signo de esperanza, los creativos son lumbreras de a pie. La creatividad es la incubadora de la innovación, convierte el desastre en oportunidad y es hermana de la versatilidad. Ella nos permite patear la calle, nos sitúa en el ahora, en los recursos con que disponemos. Alejándonos del eterno "si tuviera...".
Me temo que con la creatividad se repite el fenómeno social de la poesía; tenemos un chip de que solo un puñado de personas
pueden vivirla. El resto somos comunes, incapacitados para entenderlas, ante esa minoría anómala y exquisita. Es una bonita excusa..., y las excusa nos comen vivos. El creativo es un individuo que constantemente se cuestiona "¿cómo lo hago?"- Tiene un objetivo, tiene una dirección, solo le resta el cómo llegar allí. Calcula y sopesa una a una las posibilidades hasta dar con aquella que le satisfaga. Su rutina es el experimento, fallar es
solo descartar una que otra opción;
nunca significa cambiar la meta o el propósito.

Dado el escueto perfil de una persona creativa, retomemos la figura de la lumbrera de a pie. Venezuela es un país de lumbreras transeúntes. Se evidencia en la proliferación del emprendimiento. Se evidencia en múltiples niveles y formas. Acá recuerdo palabras de Édgar Ramírez, que calzan en este contexto,
"los venezolanos somos un gentilicio de luz". Así como el perro será canino esté aquí o en la luna, los venezolanos serán germen de luz y creatividad allá donde vayan. Irán transmitiendo, no lo que tienen o el tiempo que les ha tocado vivir, sino lo que son. Lo harán al punto de producir escalofríos en quienes los rodeen. Aquella luz no la extinguirá ni siquiera el éxodo masivo de nuestros hermanos, sino que se propagará por el mundo entero en un sinfín de lenguas y disciplinas.
Siendo la creatividad signo de esperanza; somos esperanza aunque nos cueste creerlo. ¿La irradiamos?, ese es el desafío, La esperanza halla el cómo, se filtra por cualquier resquicio. No entiende ni acepta un "no" como respuesta, si le cierran puertas y ventanas, hace las propias. Se hará alas de plumas de paloma y cera, si fuese necesario.
Entonces, ¿nos permitimos emanar tal luz?
Virgi, esto está precioso y leerlo fue una delicia. Dios te bendiga!
ResponderEliminar¡Eres un cielo! Gracias por estar pendiente y tomarte el tiempo para leerlo. Espero nos veamos pronto
EliminarQue agradable llegar a casa luego de un día ajetreado y sofocante, y tener el regalo de adentrarse en tu pequeño pero profundo mundo creativo que refresca la vida de muchos incluyendo la mia. ¡Gracias por compartir con nosotros la luz que emana tu corazón! Dios te bendiga♥
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